Vamos hoy con un animal que está en el centro de la polémica: el cormorán grande, Phalacrocorax carbo.
El término cormorán proviene de la denominación latina "Corvus marinus", cuervo de mar, nombre con el que se designó en tiempo a estas aves. Hoy en día ya no son "corvus" aunque en el habla popular se los siga denominando así (aquí en Galicia corvos mariños) sino que tienen su propio género: Phalacrocorax, que abarca unas 30 especies por todo el mundo de las que el cormoran grande es la más extendida; su área de nidificación abarca las costas del nordeste de los Estados Unidos, el sudoeste de Groenlandia, Islandia, prácticamente toda Europa, África, Australia, Tasmania y Nueva Zelanda.
Aquí en España se diferencian 2 subespecies de cormorán grande: en el litoral atlántico y con una mayor predilección a los ambientes marinos tenemos Phalacrocorax carbo carbo; en el interior y asociado a los flujos de aguas dulces, la subespecie Phalacrocorax carbo sinensis, aunque este último también se ha podido observar en ambientes costeros.
Eso si, ninguno de ellos se adentran es en mar abierto ya que su plumaje no es perfectamente impermeable (difiere del de otros representantes del orden en eso). En contacto con el agua, las plumas se humedecen e impregnan de líquido rápidamente, por lo cual se ven obligados a regresar a la orilla después de cada zambullida, para secarse el plumaje al aire. Es la postura típica que podéis observar en las fotos.
Estas aves miden entre 80 y 100 cm de longitud y 130 - 160 cm de envergadura. El peso se sitúa en torno a 3,5 kg. El plumaje es negro con brillos e irisaciones azuladas o verdosas (no presenta dimorfismo sexual) Es característica una mancha blanca en la garganta y a los lados de la cara y unas coberteras bronceadas. El plumaje nupcial presenta una mancha ovalada en los muslos. El plumaje de los individuos juveniles es pardo, más claro en la zona ventral que la dorsal, a veces blanquecino (en las fotos el de la derecha), con los muslos y flancos más oscuros y con moteado blanquecino en cabeza, cuello y pecho. Los inmaduros presentan plumajes intermedios que se van oscureciendo.
Vive casi siempre en colonias más o menos numerosas. Dedica toda la mañana a la obtención de alimento, descansa después del mediodía, vuelve a pescar por la tarde y cuando declina el día se retira para el descanso nocturno. En las regiones del interior pernocta en el ramaje de los árboles, mientras que cuando vive junto al mar acostumbra hacerlo en las islas rocosas; se identifican con facilidad los lugares que elige el cormorán, por la abundancia de excrementos blanquecinos que depone. Es una especie oportunista, a veces irrumpen en las colonias de cornejas y garzas reales y las expulsan de los nidos.
Son excelentes pescadores, tienen sacos aéreos menos desarrollados que los que presentan la mayoría de los restantes pelecaneiformes, por lo cual pueden sumergirse a más profundidad y permancer largo rato bajo el agua.
Pero esta habilidad también le ha causado que la especie humana los mirara con recelo por considerarlo competidor. Se ha dicho muchas cosas sobre su voracidad, incluso se puede leer por ahí que llega a ingerir diariamente su peso en peces. Sin embargo los estudios llevados a cabo hasta la fecha sitúan su consumo diario alrededor de los 300-500 g. No son demasiado específicos con la dieta y comen de lo que haya, la mayor parte de la selección la realizan por tamaño, comen peces entre 9 y 28 cm, excepcionalmente se los ha visto consumir moluscos y otras aves.
Una excepción a esta rivalidad humana-cormorán se da (o casi mejor dicho dio) en extremo Oriente, y en particular en China y Japón, en Guilin, en las orillas del río Lijiang o en el lago Erhaise. Allí existe un arte tradicional de pesca en la que se emplean cormoranes para pescar, colocándoles en la base del cuello una anilla, lo cual impide que las aves se traguen las presas que capturan. Hoy en día la tradición se mantiene más que nada como algo folklórico y un atractivo turístico.
La puesta se compone de dos a cuatro huevos de color verde azulado. Ambos cónyuges se alternan en la función incubadora, y la eclosión de los huevos se produce a las cuatro semanas. El padre y la madre cuidan con solicitud de la prole y la alimentan en abundancia, ya que, en este período, los adultos llegan al nido con el buche y el estómago repletos de pececillos para los pequeños. A mediados de junio los polluelos están ya en disposición de volar y abandonan el nido
Según los últimos censos europeos, la población reproductora de cormorán grande estaría en torno a 200.000-250.000 parejas, la mayoría localizada en Holanda, Dinamarca y Alemania. Su incremento a partir de los años sesenta llevó aparejado un mayor número de ejemplares invernantes en el sur de Europa. En 2003 se estimaron para España casi setenta mil aves, lo que hacía de nuestro país uno de los lugares de invernada más importantes para la especie de toda Europa.
Las causas de esta tendencia al alza no están del todo claras, pero todos los indicios parecen señalar a la influencia de las actividades humanas. El auge de la acuicultura, la eutrofización de las masas de agua y la construcción de embalses han alterado las comunidades de peces y han incrementando las posibilidades de los cormoranes de explotar grandes densidades de presas. Algunos trabajos afirman que la desaparición de grandes peces depredadores, ha alterado la estructura de tallas de las poblaciones de peces y ha facilitando el acceso de los cormoranes a presas de menor tamaño que son fácilmente consumidas.
Y ahora viene la polémica, tras unos años de dudas, el cormorán grande (me parece que sólo la susp. sinensis pero ya lo dudo) fue retirado del Catálogo Nacional de Especies Amenazadas en 2004, lo que dejó la puerta abierta para que las comunidades autónomas comenzaran a aplicar los descastes que los colectivos que se consideraban afectados deseaban desde hace tiempo. No sé ni siquiera si merece la pena comentar algo, leed el enlace, así es como actúan nuestras administraciones. De todas formas lo de los descastes se hizo hace 8-9 años en Francia y Alemania y ha resultado ser bastante inefectivo (otro enlace que lo comenta).
Hoy en día hay una comisión científica creada a nivel internacional para evaluar el problema del cormorán ( www.intercafeproject.net) y buscar soluciones pero visto lo visto dudo que les hagan mucho caso.
El término cormorán proviene de la denominación latina "Corvus marinus", cuervo de mar, nombre con el que se designó en tiempo a estas aves. Hoy en día ya no son "corvus" aunque en el habla popular se los siga denominando así (aquí en Galicia corvos mariños) sino que tienen su propio género: Phalacrocorax, que abarca unas 30 especies por todo el mundo de las que el cormoran grande es la más extendida; su área de nidificación abarca las costas del nordeste de los Estados Unidos, el sudoeste de Groenlandia, Islandia, prácticamente toda Europa, África, Australia, Tasmania y Nueva Zelanda.
Aquí en España se diferencian 2 subespecies de cormorán grande: en el litoral atlántico y con una mayor predilección a los ambientes marinos tenemos Phalacrocorax carbo carbo; en el interior y asociado a los flujos de aguas dulces, la subespecie Phalacrocorax carbo sinensis, aunque este último también se ha podido observar en ambientes costeros.
Eso si, ninguno de ellos se adentran es en mar abierto ya que su plumaje no es perfectamente impermeable (difiere del de otros representantes del orden en eso). En contacto con el agua, las plumas se humedecen e impregnan de líquido rápidamente, por lo cual se ven obligados a regresar a la orilla después de cada zambullida, para secarse el plumaje al aire. Es la postura típica que podéis observar en las fotos.
Las imágenes no son de buena calidad pero ni las condiciones eran las mejores ni me pude acercar más.
Estas aves miden entre 80 y 100 cm de longitud y 130 - 160 cm de envergadura. El peso se sitúa en torno a 3,5 kg. El plumaje es negro con brillos e irisaciones azuladas o verdosas (no presenta dimorfismo sexual) Es característica una mancha blanca en la garganta y a los lados de la cara y unas coberteras bronceadas. El plumaje nupcial presenta una mancha ovalada en los muslos. El plumaje de los individuos juveniles es pardo, más claro en la zona ventral que la dorsal, a veces blanquecino (en las fotos el de la derecha), con los muslos y flancos más oscuros y con moteado blanquecino en cabeza, cuello y pecho. Los inmaduros presentan plumajes intermedios que se van oscureciendo.
Vive casi siempre en colonias más o menos numerosas. Dedica toda la mañana a la obtención de alimento, descansa después del mediodía, vuelve a pescar por la tarde y cuando declina el día se retira para el descanso nocturno. En las regiones del interior pernocta en el ramaje de los árboles, mientras que cuando vive junto al mar acostumbra hacerlo en las islas rocosas; se identifican con facilidad los lugares que elige el cormorán, por la abundancia de excrementos blanquecinos que depone. Es una especie oportunista, a veces irrumpen en las colonias de cornejas y garzas reales y las expulsan de los nidos.
Son excelentes pescadores, tienen sacos aéreos menos desarrollados que los que presentan la mayoría de los restantes pelecaneiformes, por lo cual pueden sumergirse a más profundidad y permancer largo rato bajo el agua.
Pero esta habilidad también le ha causado que la especie humana los mirara con recelo por considerarlo competidor. Se ha dicho muchas cosas sobre su voracidad, incluso se puede leer por ahí que llega a ingerir diariamente su peso en peces. Sin embargo los estudios llevados a cabo hasta la fecha sitúan su consumo diario alrededor de los 300-500 g. No son demasiado específicos con la dieta y comen de lo que haya, la mayor parte de la selección la realizan por tamaño, comen peces entre 9 y 28 cm, excepcionalmente se los ha visto consumir moluscos y otras aves.
Una excepción a esta rivalidad humana-cormorán se da (o casi mejor dicho dio) en extremo Oriente, y en particular en China y Japón, en Guilin, en las orillas del río Lijiang o en el lago Erhaise. Allí existe un arte tradicional de pesca en la que se emplean cormoranes para pescar, colocándoles en la base del cuello una anilla, lo cual impide que las aves se traguen las presas que capturan. Hoy en día la tradición se mantiene más que nada como algo folklórico y un atractivo turístico.
La puesta se compone de dos a cuatro huevos de color verde azulado. Ambos cónyuges se alternan en la función incubadora, y la eclosión de los huevos se produce a las cuatro semanas. El padre y la madre cuidan con solicitud de la prole y la alimentan en abundancia, ya que, en este período, los adultos llegan al nido con el buche y el estómago repletos de pececillos para los pequeños. A mediados de junio los polluelos están ya en disposición de volar y abandonan el nido
Según los últimos censos europeos, la población reproductora de cormorán grande estaría en torno a 200.000-250.000 parejas, la mayoría localizada en Holanda, Dinamarca y Alemania. Su incremento a partir de los años sesenta llevó aparejado un mayor número de ejemplares invernantes en el sur de Europa. En 2003 se estimaron para España casi setenta mil aves, lo que hacía de nuestro país uno de los lugares de invernada más importantes para la especie de toda Europa.
Las causas de esta tendencia al alza no están del todo claras, pero todos los indicios parecen señalar a la influencia de las actividades humanas. El auge de la acuicultura, la eutrofización de las masas de agua y la construcción de embalses han alterado las comunidades de peces y han incrementando las posibilidades de los cormoranes de explotar grandes densidades de presas. Algunos trabajos afirman que la desaparición de grandes peces depredadores, ha alterado la estructura de tallas de las poblaciones de peces y ha facilitando el acceso de los cormoranes a presas de menor tamaño que son fácilmente consumidas.
Y ahora viene la polémica, tras unos años de dudas, el cormorán grande (me parece que sólo la susp. sinensis pero ya lo dudo) fue retirado del Catálogo Nacional de Especies Amenazadas en 2004, lo que dejó la puerta abierta para que las comunidades autónomas comenzaran a aplicar los descastes que los colectivos que se consideraban afectados deseaban desde hace tiempo. No sé ni siquiera si merece la pena comentar algo, leed el enlace, así es como actúan nuestras administraciones. De todas formas lo de los descastes se hizo hace 8-9 años en Francia y Alemania y ha resultado ser bastante inefectivo (otro enlace que lo comenta).
Hoy en día hay una comisión científica creada a nivel internacional para evaluar el problema del cormorán ( www.intercafeproject.net) y buscar soluciones pero visto lo visto dudo que les hagan mucho caso.