martes, 31 de marzo de 2009

Lución

A pesar de su aspecto y de su apodo "culebrilla de cristal" el lución (Anguis fragilis) no es una culebra ni una serpiente, sino un lagarto ápodo de cuerpo cilíndrico.


Alguno a lo mejor pone cara de incredulidad al ver la foto pero hay una serie de características que nos permiten distinguirlo bien de sus parientes. Por un lado el lución, como corresponde a un lagarto, tiene párpados móviles que le permiten cerrar los ojos (las serpientes tienen los ojos cubiertos por una escama transparente y fija) Tienen también, a ambos lados de la parte posterior de la cabeza, un par de pequeños conductos auditivos cuyos orificios de entrada se encuentran en un pliegue de la piel (difícil de ver) y al sacar la lengua no mantiene la boca cerrada como los ofidios, sino que la abre un poco. Luego aunque exteriormente no queda nada de sus miembros externos, en su desarrollo embrionario si que presentan rudimentos de esas extremidades.
Pero sobre todo, el lución, como hacen muchas lagartijas y lagartos pero ninguna serpiente, cuando se siente en peligro por el ataque de un posible depredador libera la cola (este fenómeno se llama autonomía). Al contrario de lo que se suele pensar no la hace caer quién la coge, sino que tiene un mecanismo muscular destinado a su desprendimiento. La cola desprendida mantiene el movimiento durante un tiempo durante el cual fácilmente puede atraer la atención del posible depredador, lo cual puede permitir la fuga del lución.


Suele medir entre los 35 y 50 cm de largo y tiene la cola larga (indistinguible cuando están enteros salvo en las hembras "preñadas"), ligeramente más corta que el conjunto formado por la cabeza y el tronco, aunque a menudo la tienen más corta porque tras romperse y separarse del cuerpo se regenera poco.
Su color es variable –pardo, gris o rojizo- con escamas del cuerpo lisas y brillantes. Los recién nacidos son de color pardo dorado, plateado o amarillento, con los costados y el vientre negros. Poseen una pequeña mancha negra parietal que se continúa en una línea también negra y estrecha a lo largo del dorso y la cola. Los machos adultos poseen el dorso y los costados de color uniforme, pardo, grisáceo, castaño o bronceado. Algunos machos tienen manchas marrones que se vuelven azuladas en el dorso y los costados.
Las hembras pueden o no retener la línea dorsal y presentan una banda pardusca o negruzca en el costado (fijaros en la foto).



Los luciones se alimentan sobre todo de babosas, caracoles, insectos y lombrices que atrapa entre sus mandíbulas provistas de pequeños dientes cónicos, sacudiéndolos violentamente antes de tragarlos, lenta y parsimoniosamente (hasta 10-15 minutos). Tienen una gran necesidad de agua y beben frecuentemente lo que hace que sean especialmente abundantes a los lugares húmedos, como por ejemplo los bosques de ribera, siempre que posean un estrato herbáceo más o menos denso. No se le encuentra en lugares secos.
Su comportamiento es poco conocido y a menudo pasa desapercibido por su carácter discreto y semisubterráneo.
Es un reptil sedentario que puede quedarse toda su vida en el mismo territorio. No trepa, pero puede desplazarse bastante aprisa reptando.
Como los demás reptiles, se aletarga desde octubre hasta finales de marzo aproximadamente. Para ello se refugia en galerías de roedores, cavidades naturales o huecos que ellos mismos abren, en escondrijos bien situados pueden invernar varios luciones, a menudo 20-30, o incluso hasta 100.
Son noctámbulos, pero se muestran principalmente activos al amanecer y en el crepúsculo. su vista es mala, son "daltónicos" y tampoco distinguen bien los tonos grises. En días soleados se observa individuos que se mueven poco entre sitios parcialmente sombreados, a la sombra o al sol, con la finalidad de regular su temperatura corporal.
Es una especie con crecimiento lento (madurez sexual a 3 - 5 años) y reproducción bienal. Aunque los machos no son territoriales, en primavera luchan furiosamente por apaearse con una hembra. Luego el vencedor aferra a la hembra por la nuca con las mandíbulas, enrosca el cuerpo hasta que coinciden ambas cloacas e introduce en la hembra una parte del hemipene.
Es ovovivíparo, la duración de la gestación es de aproximadamente 3 meses. Los partos se producen entre mediados de agosto y mediados de septiembre. El número de crías por parto varía entre 2 y 22, teniendo una longitud al nacer de 10 cm.
Destacan por su longevidad. Se han citado casos de 54 años de supervivencia en cautividad.


Es la única especie ibérica de la familia de los ánguidos. Tiene su población más abundante en el norte de la Península Ibérica, sobre todo la cornisa Cantábrica, Sistema Ibérico y Pirineos, estando prácticamente ausente de gran parte de la meseta Castellano-Leonesa y del valle del Ebro. Por la costa mediterránea, el límite sur de su distribución se encuentra en zonas próximas al delta del Ebro.

Es un animal que sirve de alimento a numerosas especies de reptiles, aves y mamíferos aunque su principal enemigo es quizás el ser humano. Ha experimentado declives en las dos últimas décadas por los cambios en los usos del suelo, aunque aún resulta abundante. La destrucción de hábitat, pesticidas agrícolas, abandono de las labores agrícolas y ganaderas tradicionales, así como la intensificación de la agricultura y silvicultura, incendios y tráfico rodado son los principales factores de amenaza. También la ignorancia humana que tiende a matarlos por rutina al ver en ellos "serpientes peligrosas" pese a estar protegidos por ley.

martes, 24 de marzo de 2009

Bellis perennis

Ha llegado la primavera...

¿Me quiere o no me quiere?

Se le conoce con muchos nombres como chiribita, margarita común, margarita menor, margarita de los prados, pascueta o vellorita… pero su nombre científico es el de Bellis perennis. Pertenece a la familia de las Compuestas (Asteraceae) y es de origen europeo, más concretamente de las zonas centro y norte de Europa. En esta zona es la más común de las numerosas plantas llamadas margaritas y es una hierba muy utilizada a efectos decorativos mezclada con el césped por su resistencia a la siega.
Es una hierba de pequeña altura, de 10 a 15 centímetros si contamos su floración, sus hojas crecen en una apretada roseta próxima al suelo y son oblongo-espatuladas de color verde más o menos intenso de 2 a 5 cm de largo, con borde liso o con hendiduras insignificantes.
Florece casi todo el año, de ahí lo de perennis, si bien su floración en España está centrada desde mediados de invierno hasta bien entrada la primavera, necesitando frío invernal para florecer de forma más abundante.
Las flores en capítulos solitarios, de 2 a 4 centímetros de diámetro, sobre pecíolos largos y delgados. A pesar de lo que cree mucha gente la típica "flor" de la margarita no es realmente una flor sino una inflorescencia en la que flores individuales liguladas, blancas y femeninas se disponen en radios marginales y flores tubulares hermafroditas ocupan el centro del capítulo.
Las flores liguladas pueden ser rojas-moradas por debajo, sobre todo en el ápice (en las fotos podéis ver alguna "flor" así) El capítulo se cierra por la noche y se abre nuevamente a la mañana.
El tallo que lo sostiene es erecto, redondo y piloso, sin hojas, lo cual es uno de los caracteres apra identificar la planta.


Es comestible; se ha consumido las hojas en ensaladas, habitualmente mezclada con diente de león (Taraxacum officinale) e hinojo (Foeniculum vulgare). Las propiedades medicinales de Bellis perennis aparecen registradas en herbarios desde el siglo XVl. John Gerard, un experto en hierbas del siglo XVl, recomendaba la margarita inglesa para la cura del catarro (inflamación de la membrana mucosa), como remedio para la menstruación muy abundante, migrañas y como promotora en la desaparición de moretones e hinchazones.
Se han utilizado infusiones a partir de sus flores y hojas para el tratamiento de una amplia variedad de trastornos tales como rinitis, artritis reumatoide y trastornos hepáticos y renales. También se ha preparado un repelente contra insectos a partir de la infusión de sus hojas, al igual que se ha recomendado una fuerte cocción de sus raíces para el tratamiento a largo plazo del escorbuto y el eczema y una cocción suave para ayudar a disminuir las molestias del tracto respiratorio.
Como curiosidad, en 1793 los gobernantes alemanes emitieron un decreto condenándola al exterminio, debido a sus supuestas propiedades abortivas, cosa que luego no se pudo comprobar científicamente.

jueves, 19 de marzo de 2009

Sapo común

El sapo común (Bufo bufo) es junto a la rana común, el anfibio más popular y conocido de los presentes en nuestro país, y también el de más amplia distribución.
Son animales solitarios, predominantemente crepusculares y nocturnos. Durante el día permanecen ocultos bajo piedras, hojarasca o troncos si bien en ocasiones se les puede encontrar a plena luz del día como este de la fotos (que por cierto muy bien no debía de estar)
Tienen una actividad muy terrestre y se les puede encontrar bastante alejados del agua, a la que sólo acuden para reproducirse o para hidratarse, se esconden siempre en el mismo lugar y tienen una hibernación de octubre a marzo.


Su aspecto general es robusto, alcanzando a veces hasta 20 cm. de longitud en algunas hembras (lo normal: machos 6 - 8,5 cm, hembras 7 - 12 cm) Poseen una cabeza no muy grande en relación al tamaño del cuerpo, algo aplastada, ancha y con un desarrollado arco supraciliar o ceja. El hocico es corto y redondeado. Las glándulas parótidas son alargadas, muy desarrolladas, y los tímpanos, de la mitad de tamaño que las pupilas, son poco visibles.

Glándulas parótidas


La pupila es horizontal, y el iris de un color rojizo (fijaros), característica esta suficiente para diferenciarlo de otros anuros parecidos.

Su piel es rugosa con abundantes verrugas distribuidas por todo el cuerpo. El diseño de la piel es muy variable, aunque dominan los tonos de fondo marrón o rojizo, salpicados de manchas irregulares más claras de color crema o amarillento. Dependiendo de las regiones pueden ser desde casi completamente negros a otros diseños pálidos, incluso verdosos. El vientre es blanquecino salpicado de manchas oscuras.



Las patas anteriores son cortas con cuatro dedos y dos tubérculos en las palmas. Las posteriores son más largas y tienen cinco dedos con membranas interdigitales poco desarrolladas. Habitualmente se desplaza andando, aunque tiene capacidad para el salto, una de las características que sirven para diferenciarlo del sapo corredor.

A mediados del invierno o bien entrada la primavera, dependiendo de la altitud, los sapos entran en celo. Esto ocurre cuando la temperatura media se sitúa en torno a los 12ºC (con temperaturas por debajo de 5ºC no salen de sus refugios). Las hembras tienen una talla muy superior a los machos, cosa que se puede apreciar al encontrar con una pareja en apareamiento (esta posición se denomina amplexo). Las patas delanteras de los machos son mas largas y durante el celo muestran unas callosidades oscuras en los tres primeros dedos de las manos y un tubérculo carpiano que le permiten agarrar fuertemente a la hembra.
Son muy fieles con los puntos de agua que utilizan para reproducirse y cada año realizan auténticas migraciones, desde sus territorios de campeo hasta ellos (y para su desgracia muchos dejan su vida aplastados en las carreteras). Los machos son los primeros en llegar y esperan en el agua a las hembras, que acuden unos días después. No tienen saco bucal por lo que el canto de reclamo ("ork, ork...") es apagado, algo metálico. El número de machos es más elevado que el de hembras, por lo que se producen auténticas batallas campales para conseguir subirse encima de una de ellas. El amplexo es axilar y resulta curioso observar en ocasiones a varios machos abrazados a una misma hembra, a ejemplares de otras especies, individuos muertos o incluso a objetos inertes (punteras de botas, etc..). Este fragor produce a veces la muerte de la hembra por ahogamiento o asfixia. Los machos permanecen más tiempo en las charcas, a la espera de aparearse con varias hembras. Estas no permanecen más que el tiempo necesario para aparearse y poner los huevos. La puesta es la mas numerosa entre nuestros anuros (algunos autores han contabilizado por encima de los 12.000 huevos). Los cordones de puesta miden varios metros de longitud, y tienen varias filas de huevos de color negro. Conforme la hembra los va depositando en el agua, el macho los fecunda y son enrollados sobre las plantas y ramas sumergidas o directamente en el lecho.
La eclosión de las larvas se produce a los 5-15 días, dependiendo de la temperatura del agua. Los pequeños renacuajos, de unos 4mm, se dispersan por la charca y suelen situarse en las orillas cerca de la superficie, con el fin de acelerar su desarrollo al estar estas zonas mas expuestas a la radiación solar. Son detritívoras y se alimentan de algas, materia vegetal sumergida, detritus, fitoplacton, etc.


Tanto las larvas como los huevos contienen varias toxinas, por lo que no son poco apetecibles para sus depredadores. Aun así larvas de libélulas, escorpiones acuáticos, peces, larvas de salamandra, etc. dan buena cuenta de ellas. El desarrollo larvario dura de 2 a 4 meses, en función de la temperatura del agua y la disponibilidad de alimento. Al finalizar la metamorfosis los pequeños sapillos de apenas 1,5 cms. de longitud, abandonan el agua y permanecen en los alrededores de la charca alimentándose de pequeños invertebrados. En años óptimos los juveniles tapizan el suelo que rodea a las charcas de puesta, escondidos entre la vegetación y bajo las piedras. Es toda una estrategia de reproducción masiva: la sobreabundancia desborda a corto plazo a los predadores.
La vida media es de unos 10 años y su longevidad máxima es de 30 años.
Los sapos se alimentan de escarabajos, hormigas, miriápodos, larvas de insectos y lombrices. Los grandes ejemplares también pueden alimentarse incluso de crías de ratón recién nacidas. Son muy diestros y hábiles a la hora de capturar a sus presas; se quedan totalmente inmóviles esperando a que llegue alguna presa desprevenida y entonces, con una gran velocidad, sacan su lengua protráctil y engullen a la presa.
Por su parte ellos también sirven de alimento a una amplia variedad de animales, en especial las culebras viperina y de collar, las víboras, rapaces nocturnas y diurnas y diversos mamíferos carnívoros, como turones, ginetas y tejones. Destacar también que una especie de mosca (Bufolucilia bufonivora) deposita sus huevos sobre el cuerpo de los sapos, posteriormente las larvas se introducen en el cuerpo y literalmente los devoran vivos, hasta causarles su muerte. Su principal mecanismo de defensa es la huida, ayudados por una piel abundantemente cubierta de mucosidad y por su excelente capacidad para saltar. Las toxinas presentes en la piel son potentes y algunos mamíferos que intentan comérselos pueden sufrir graves secuelas (cuidadín si tenéis perros). La nutria y otros mustélidos se cuidan mucho de despellejar al sapo antes de su ingestión. Aparte de la toxicidad de la piel, y de la secreción venenosa de color amarillento que segregan por las glándulas parótidas, poseen otro mecanismo de defensa muy curioso, que consiste en hincharse de aire, levantar las patas traseras y agachar la cabeza, consiguiendo de este modo un notable aumento de volumen y dificultando su ingestión, sobre todo por parte de las culebras.

Debido a su aspecto poco agraciado, desde la antigüedad ha estado asociado a multitud de leyendas negras que no lo han beneficiado mucho. Hoy en día la transformación y destrucción de los escasos puntos acuáticos que tradicionalmente utilizaba para reproducirse, los atropellos que sufren cuando se desplazan a sus lugares de reproducción, la contaminación de arroyos y la introducción de fauna alóctona, hace que la especie se encuentre en franco retroceso o incluso que desaparezca de muchos lugares donde anteriormente habitaba. Cada vez hace menos honor a su apellido de “común”.
Otros factores recientemente detectados, son las mortandades de larvas debida a unas radiaciones solares excesivas, al disminuir la capa de ozono y las infecciones producidas por un hongo, que produce mortandades masivas.
La parte positiva es que poco a poco se está cambiando la actitud de la gente ante los sapos y ya se empieza apreciar su importancia como ayudantes gratuitos frente a plagas del campo.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Polygonia c-album

Se nota que me gustan las mariposas jejeje en este caso no le pude hacer una buena foto porque me la espantaron unos paseantes :-(( grrr! pero os la enseño igual porque es muy chula :-).


La Polygonia c-album, es una mariposa diurna propia de Europa y Asia fácilmente identificable por la singularidad de sus alas, marcadamente irregulares en sus márgenes externos, que forman una sucesión de ondas orientadas hacia el cuerpo.
Debe su nombre (c-album) a un pequeño dibujo situado en la zona central del reverso de las alas posteriores; una letra "c" de color blanco (los ingleses le llaman también Comma).
Las alas presentan el anverso de color naranja salpicado de manchas negras mientras que el reverso es amarronado-grisáceo con aspecto de corteza de árbol, lo que le da una función mimética.
Es un lepidóptero solitario y muy territorial que no tolera la presencia de otras mariposas en su espacio vital. Prefiere las zonas umbrías de los bosques, donde puede alcanzar los 2000 metros de altitud.
Presenta de una a tres generaciones anuales,entre abril y agosto, en función de su hábitat. Una única generación en las zonas mas frías y hasta tres en las de mayor temperatura. En la Península Ibérica presenta dos generaciones. Como ocurría en el caso de la mariposa del anterior post hay ejemplares hibernantes (el de la foto)
La oruga es negra con bandas pardo rojizas en los costados, y una gran mancha blanca en el dorso, presenta espinas pardo anaranjadas, excepto sobre la mancha blanca, que son blancas.
Tanto las orugas como los imagos se alimentan sobre una gran diversidad de plantas: avellanos (Corylus), lúpulos (Humulus), chopos (Populus), endrinos (Prunus), groselleros (Ribes), sauces (Salix), olmos (Ulmus), ortigas (Urtica), y otras muchas. En general gusta de flores con alto contenido en néctar.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Aglais urticae

¡¡Vuelven los bichines al blog!! ¡¡que ganas!! jejeje
El entrenamiento del sábado por el monte me deparó una agradable sorpresa, la primera mariposa que fotografío del año y además una especie preciosa que no tenía. La modelo se portó estupendamente, se posó, esperó pacientemente a que sacara la cámara de la mochila y me dejó hacer todas las fotos que quise. Cuando acabé como si me leyera el pensamiento levantó el vuelo y se fue.


La Aglais urticae, comunmente conocida como ortiguera, es un ninfálido que puede colonizar ambientes muy diversos. Se encuentra desde el nivel del mar hasta los 3.000 m (se le ha observado en el pico del Muhacen a 3.481 metros de altitud, volando en pequeños grupos y con fuerte viento).
Suele ser la primera mariposa en aparecer en la primavera e incluso antes. Se trata de hembras fecundadas que han pasado el invierno aletargadas.
No presentan dimorfismo sexual, y mide sobre 4-5 cm de envergadura. Las alas anteriores son de color rojo anaranjado, con grandes manchas negras, en especial en el borde anterior, que están separadas por espacios amarillos, excepto el espacio terminal que es blanco. Una orla de lúnulas azules características bordea las dos alas. Las posteriores son también rojas, festoneadas, con una gran mancha negra en la base. Por la cara inferior son de color gris oscuro cerca de la base y se vuelven marrones y amarillas hacia los extremos, presentan el mismo patrón de manchas que en la cara superior.
Su aparato bucal chupador está muy desarrollado. Sus patas anteriores, más cortas que las demás, poseen un órgano sensorial del gusto.
Es migratoria y como planta nutricia se ha descrito la ortiga (Urtica dioica), de la cual se alimentan las orugas, de ahí su nombre vulgar de ortiguera.
En zonas de clima mediterráneo tiene dos o tres generaciones anuales. Las orugas jóvenes son gregarias y se alimentan en nidos sedosos, pero a medida que crecen lo hacen solas o en pequeños grupos.
Espero que os haya gustado, para mi es una auténtica preciosidad.