Los que seguís mi otro blog ya sabéis que el pasado sábado estuve en Montederramo. Además de traerme para casa 29 kms más en las patas descubrí una bonita historia:
La verdad es que siempre me despierta un sentimiento especial el ver árboles tan antiguos. No me extraña que nuestros antepasados sintieran veneración por ellos.
Caracocha es el término que se da en gallego a los troncos huecos, en especial de árboles centenarios, y "A Caracocha" es el nombre con el que se conoce al fuerte roble situado en el centro de la plaza municipal de Montederramo que forma parte del escudo municipal.
Puede que este árbol estuviera vinculado a algún rito pagano, puesto que en estas tierras los robles tenían un fuerte valor simbólico desde la cultura prerromana. Este árbol se consideraría sagrado desde tiempos remotos, de ahí que se construyera el monasteiro al lado del roble.
Según cuenta la tradición, el roble actual fue plantado por las gentes de Montederramo, en el mismo lugar que ocupaba el roble sagrado que ya existía desde los tiempos de la fundación del monasterio de Santa María (aparece en el escudo del monasteiro y en diferentes partes de él). El original, hoy desaparecido, tendría unos 800 años. Al actual se le calculan unos 400.
De hecho algunos historiadores atribuyen el origen del término medieval de la Ribeira Sacra (Rovoyra Sacrata), que aparece por primera vez en el documento fundacional del monasterio de Montederramo, a la evolución de "roble/rebolo sagrado".
La verdad es que siempre me despierta un sentimiento especial el ver árboles tan antiguos. No me extraña que nuestros antepasados sintieran veneración por ellos.