martes, 14 de octubre de 2008

De gallinas...

Viendo unas fotos que tenía por aquí por el pc hoy se me ha ocurrido hablaros de estos animales que además de ser probablememnte el ave más numerosa del planeta han estado acompañando a nuestra especie durante buena parte de su historia.
Supongo que todo el mundo ha visto (salvo alguna tribu por ahí aislada) o se ha aprovechado directa o indirectamente del Gallus gallus - si además tocamos a más de 2 por cabeza, unos 13.000 millones de gallinas se calcula que hay -.
Sin embargo sucede a veces que lo más cercano guarda aspectos bastante desconocidos para el ciudadano de a pie.
Su propio origen ni siquiera está muy claro, una de las teorías más aceptadas, propuesta incluso por el propio Charles Darwin, es que descienden de una única especie silvestre, el gallo bankiva o ave dorada de la jungla (Gallus gallus bankiva), que vive en estado salvaje por el Sureste asiático desde India hasta Filipinas. Aquí lo veis en la foto

Un ave preciosa, y en peligro de extinción por la destrucción de su hábitat

Sin embargo, no se descarta la posibilidad de que otras especies del género Gallus, incluso algunas de ya desaparecidas, hubieran intervenido en su formación. Estirpes conocidas de gallináceas salvajes son el ave gris de la jungla (Gallus sonneratti), el ave selvática de Ceilán (Gallus lafayettti) y el ave selvática de Java (Gallus varius). Experimentalmente se ha demostrado que estas estirpes selváticas son capaces de cruzarse entre sí y que la descendencia es fértil. Además existen numerosas diferencias morfológicas entre estas aves asiáticas lo que podría explicar la gran cantidad de colores y formas que presentan las razas actuales .
Todo esto sucedió hace ya unos 5000 años. Los testimonios más antiguos datan del 3000 a.C. donde hay evidencias históricas de que ya se domesticaban y explotaban gallinas en la India
Se conoce muy poco de su posterior difusión pero el hecho es que el gallo doméstico se fue introduciendo poco a poco hacia los pueblos de Mesopotamia y Egipto.
En tallas babilónicas del año 600 a.C. aparecen gallinas. A finales del siglo VIII a.C. hizo su aparición también en la iconografía griega como un animal reconocidamente exótico (pájaros persas) siendo mencionadas por los escritores griegos primitivos, en especial por el dramaturgo Aristófanes en el año 400 a.C.
Con la colonización romana, su producción se extendió y nació la avicultura productiva aunque sin perder la función "sagrada" que había tenido en sus orígenes (Desde tiempos antiguos, el gallo ha sido considerado un símbolo de valor) Para los romanos era un animal consagrado a Marte, su dios de la guerra. Los restos más antiguos en España también datan del s.VIII a.C., y fueron excavados en una factoría fenicia de El Puerto de Santa María, en Cádiz; por lo que parecería ser que fueron los comerciantes fenicios los responsables de su introducción en la península Ibérica.
Luego los colonizadores españoles la llevarían también a Sudamérica a partir del s.XV.

Pero las gallinas son mucho más que una fuente de alimento. Son unos animales interesantísimos que establecen complejas jerarquías sociales además de ser bastante más inteligentes de lo que la gente cree (se reconocen, tienen distintas "personalidades", etc.).
Los gallos y las gallinas muestran un evidente dimorfismo sexual de adultos, pudiéndose distinguir ambos a simple vista, para los pollos hace falta un sexador :-).
Los machos son más grandes, midiendo en torno a los 70 cm y llegan a pesar hasta 1.5 kg. Poseen una gran cresta rojiza en la cabeza que usan como símbolo de dominancia. El dorso está recorrido desde el cuello hasta la espalda por una capa de plumas doradas. La cola está compuesta por plumas oscuras grandes e iridiscentes de color azul, púrpura o verde bajo la luz. A ambos lados de su cabeza aparecen dos manchas blancas, que lo distinguen de otras especies cercanas.


Las gallinas son más pequeñas. No suelen medir más de 50 cm y apenas llegan a 1 kg de peso. Poseen una coloración menos atractiva, destinada a proporcionarles protección y escondite en su hábitat natural. Sus apéndices carnosos de la cabeza son también mucho menos prominentes.


En los ejemplares domésticos las características físicas dependerán de la raza y las características de ésta.
En España por ejemplo las razas productivas se dividen en dos grupos: las atlánticas, corpulentas y de cresta pequeña, con buena aptitud para producción de carne ; y las mediterráneas, de tamaño mediano, ligeras y esbeltas, de cresta grande y buenas ponedoras.
Son aves gregarias por naturaleza, que han perdido prácticamente la facultad del vuelo un poco debido a la selección artificial del ser humano (las salvajes "vuelan" un poco más pero con ese peso está claro que azores precisamente no son). Sólo vuelan hacia un lugar más elevado para ponerse a salvo o para huir de posibles depredadores como por ejemplo un gato :-).
Poseen un sistema social característico con un orden jerárquico que comienza a desarrollarse a la semana de vida, y que a las siete semanas ya está completamente establecido.
Hay un macho dominante, que domina sobre todos los demás, y un macho sometido a todos. (pobre :-)) Las gallinas tienen un orden jerárquico independiente y no entran en la dominancia de los machos. Las gallinas se sienten a salvo bajo la dominancia de un gallo, y solo se defenderán por la fuerza si se encuentran alejadas del gallo dominante.
La acción física de dominancia consiste en la elevación de la cola y la cabeza. La sumisión se muestra de forma opuesta, bajando la cabeza y la cola, agachándose e inclinando la cabeza hacia un lado. Si muere el gallo dominante, el siguiente en el orden jerárquico toma el cargo inmediatamente.
La estación de reproducción comienza en primavera y se prolonga hasta el verano, con la intención de que los pollos nazcan bajo el calor veraniego.
Los gallos anuncian su presencia con su cacareo al amanecer característico. Este canto sirve tanto para atraer a las hembras como para alertar a otros machos de la presencia de un competidor. El gallo canta durante todo el día, si bien concentra sus cantos en ciertos períodos del día, como son el amanecer, el mediodía, la mediatarde, y a mitad de la noche, entre las tres y las cinco de la mañana. Estos cantos y los esporádicos que se suelen dar a lo largo del día, fuera de los períodos descritos, sirven como desafío territorial a otros gallos, para atraer a las hembras cercanas y como señal de aviso en general.
El gallo emite además otros sonidos, ésta vez ya parecidos a los que emite la hembra de su especie, el cacareo. Este sonido lo emite sobre todo cuando se propone fecundar a alguna hembra, o cuando ha encontrado comida, para llamar al resto de su familia . Es importante destacar que este comportamiento es mucho más usual en aves rurales, es decir, más o menos libres (ojalá fueran todas así), las otras que van hacer las pobres.

Espero que os gustara la historia.
Por cierto las fotos de las gallinas fueron hechas en la aldea de A Cela, en el P.N. del Xurés. Preciosos ejemplares, enhorabuena al paisano que se nota que le da bien de comer.

7 comentarios:

la granota dijo...

Qué interesante!

A. dijo...

A partir de ahora miraré a las gallinas con otros ojos...

Pep dijo...

... y los huevos fritos si que están ricos ...

Salud

Anguila del Tea dijo...

Pero chico pero tu de donde sacas tanto tiempo para hacer tantas cosas????

Furacán dijo...

Ojalá tuviera aún más tiempo, creo que me harían falta un montón de vidas para hacer todo lo que quiero.

Gracias por vuestros comentarios.

Un abrazo!

Arturo de las Liras dijo...

Esas gallinas de las fotos si que estan sanas y no lo que normalmente encontramos en las carnicerias...pobres gallinas encerradas en minúsculas celdas, a base de pienso y sin luz solar...y no digamos ya de las condiciones en que estan las ponedoras...con lo bonito que es ver a los animales corretear y saber que lo que comes es lo que ves... Estupenda entrada! Me he acordado de cuando mis abuelos tenían algunas gallinas y un gallo.

Toupeira dijo...

Cuando era un crio, mucho antes de empezar la escuela, me pasaba grandes ratos agarrado a la malla metalica observando las gallinas.
Cuando nacian los pollitos yo saltaba de alegría.