miércoles, 21 de octubre de 2009

Lágrimas de cocodrilo

No tengo demasiado material para el blog así que esta semana voy contaros una historia que leí en una web y que me llamó la atención. Espero que os resulte interesante, leedla hasta el final, puede salvaros la vida :-).
Seguro que más de una vez habréis oído la expresión "Lágrimas de cocodrilo" como sinónimo de una pena fingida. En el libro Hay que aullar con los lobos el etólogo alemán Vitus B. Dröscher habla del origen de esta expresión refiriéndose a una leyenda africana.
En los márgenes de los rios africanos es habitual escuchar el llanto de niños perdidos. Atraidos por él, hombres y mujeres buscan en las riberas sin sospechar que acabarán siendo sorprendidos por algo que los hará desaparecer. Lo que parece un llanto en realidad no es más que la estrategia de caza del cocodrilo.
Como ocurre muchas veces esta historia esta basada en la realidad, aunque las cosas en la naturaleza no suceden exactamente así, y una vez más la realidad supera a la ficción.
Los cocodrilos no lloran, vaciar las glándulas lacrimales por tristeza es algo prácticamente exclusivo de los humanos. De sus fauces tampoco sale ningún sonido que se pudiese confundir con el llanto de un niño. Sin embargo si existen los "huevos que lloran".
Tres dias antes de que vayan a romper los cascarones, los diminutos cocodrilos que aún están en el interior de los huevos tratan de ese modo de ponerse en contacto con su madre, que monta guardia sobre ellos, para avisarle que ya llegó el momento. En una leve modificación del lamento conoce la madre el momento en que sus aproximadamente cincuenta hijos rompen el cascarón. Entonces, con una ternura y un cariño maternal que nadie podría sospechar en animales con tan espantoso aspecto, la madre aparta la arena para que sus hijitos, que apenas miden quince centímetros, puedan salir a la luz del dia.
La madre recoge a los cocodrilos recien desenterrados en grupos de tres, cuatro o cinco y, como si fueran pasajeros, los transporta dentro de su gigantesca boca, con el máximo cuidado de no tragárselos, hasta dejarlos en las aguas -Días después de este acto tan maternal si las crias permanecen cerca de ella también se las llevará a la boca pero esta vez se las tragará-

Por lo tanto, en los días en que a orillas de un río se oye ese "llanto de niño", hay una madre cocodrilo que espera a sus hijos y por tanto se muestra muy agresiva.

Tremenda foto de Jonathan Blair

3 comentarios:

la granota dijo...

Fantástica historia!!

¿has visto qué valiente salgo en la foto?

Pep dijo...

... WENÍSIMA HISTORIA!!! ...
(has visto ke José Luis Rodriguez ha ganado el premio al Fotógrafo del Año de la Naturaleza, que conceden la BBC y el Museo de Historia Natural de Londres? ... menuda fotaza de un lobo abulense!!!)
Saluz

Pep dijo...

... por zierto ... Granota ... has el farol! ...