The killer

Hoy toca hablar de unos bichines espectaculares y terroríficos jejeje

La familia Sphecidae, a la que pertenece el insecto de la foto, son un tipo de avispillas solitarias con cabeza relativamente ancha que suelen anidar en el suelo (se las conoce como avispas excavadoras o zapadoras). Existen más de 700 especies, como ya os digo la mayoría solitarias, aunque unas pocas que presentan rudimentos de socialidad (esto es hacen el nido unas al lado de otras pero poca relación más hay). Miden de 2 a 40 mm. de longitud. Generalmente de color oscuro, algunas con reflejos metálicos o con colores brillantes. El abdomen es largo y con una espectacular “cintura de avispa”. La tibia presenta dos espolones.
La biología de estas avispas es bastante diversa: muchas hacen sus nidos en huecos en el suelo o usan agujeros preexistentes, otras construyen nidos en ramas (o en el interior de las casas) usando barro o aún en algunos casos, resina.
Pero si en algo destacan es que son todas depredadoras (¡y vaya depredadoras!). Cada especie suele estar especializada en un tipo particular de presa, generalmente insectos o arañas. Lo que buscaba la de la foto no lo sé, ya que no soy capaz de identificar la especie (cosa nada fácil) -si alguien la sabe se agradecería el comentario-. De todas formas no sería extraño que buscara algo como esto:


Una de las especies más comunes Ammophila sabulosa (que no es la de la foto) está especializada en cazar orugas. El proceso es el siguiente (mejor con música :-)):

Nuestra protagonista localiza a su víctima, se aproxima a ella y le clava el agujón (a veces repetidamente) hasta paralizarla (no la mata). A continuación, una vez consumado el acto arrastra la víctima inconsciente con sus mandíbulas y la lleva hasta su nido. La introduce dentro y luego, sentada sobre ella, fija en el cuerpo del infeliz insecto un huevo. Por último, tapa la entrada del nido ocultando el cuerpo del delito y abandona el lugar dejando sentenciado de muerte al bichín ya
que cuando la larva nazca será devorado. De este modo deja a disposición de su descendiente una abundante fuente de comida fresca (y tan fresca, pues la oruga aún está viva)


Puede parecer cruel y de hecho lo es, pero todo tiene su razón, si introdujeran el insecto muerto no serviría de alimento para su larva ni le llegaría el tiempo suficiente. Además estos superdepredadores ( ya veis que algunos se alimentan incluso de arañas) cumplen una función en los ecosistemas controlando las poblaciones de sus presas. Todo guarda un delicado equilibrio, incluso en el mundo en miniatura.