miércoles, 8 de agosto de 2007

Vivir antes de nacer?

Hoy tenía pensado subir alguna foto de bichines al blog pero a causa de una conversación me ha venido a la mente la historia de dos ácaros que ahora me apetece compartir con vosotros. Es muy curiosa, ya lo veréis, la recoge Stephen Jay Gould en su libro "El pulgar del panda". La primera vez que la oyes cuando menos te sorprende y te hace cuestionar un poco lo que es la vida tal y como nosotros la entendemos.
Primero de nada decir que los ácaros son animales microscopicos pertenecientes al orden de los arácnidos (están emparentados por tanto con las arañas). Aunque algunos tienen efectos beneficiosos para el ser humano porque hay especies que se alimentan de huevos de insectos dañinos, la mayoría de la gente tiene una mala imagen de ellos como propagadores de enfermedades y como causantes de alergias (los famosos ácaros del polvo que todos conoceréis)
A mediados del siglo pasado E. A. Albadry y M. S. F. Tawfik dedicaron parte de su vida a investigar la vida de un ácaro: el Adactylidium (si hay gente para todo :-)). Cuando comenzaron a estudiar a este ácaro les sorprendió la actitud del macho: no hacía NADA (no valen chistes fáciles que os veo venir :-)). Nacía y se moría en pocas horas, no intentaba alimentarse ni reproducirse.
Naturalmente había algo que fallaba, si los machos de Adactylidium se dedican a la vida contemplativa ¿cómo se reproducía?
Un estudio en profundidad del ciclo reproductivo de esta ácaro desvela el misterio.
Empecemos con una hembra fecundada, ésta busca alimento y lo encuentra en su dieta habitual: el huevo del tisanóptero (otro tipo de insecto) Este único huevo va a ser la alimentación de ella y de su prole (formada por un macho y entre cinco y ocho hembras ) durante lo que le queda de vida.
Unas cuarenta y ocho horas después de aferrarse al huevo de tisanóptero, se abren entre seis y nueve huevos dentro del cuerpo de la madre Adactylidium. Las larvas se alimentan del cuerpo de su madre, devorándola literalmente desde dentro . Dos días más tarde las larvas alcanzan su madurez, y el único macho copula con todas sus hermanas (canibales, parricidas e incestuosos, se salen los bichitos estos eh?? ajajajjaja)
Ya en ese momento, los tejidos de la madre se han desintegrado, y su espacio corporal es una masa de ácaros adultos, de sus heces y los esqueletos desechados de sus estadios de larva y ninfa.
Los descendientes abren seguidamente agujeros en la pared del cuerpo de la madre y salen al exterior; las hembras deben ahora encontrar un huevo de tisanóptero y reemprender el proceso, pero los machos ya han cumplido su papel evolutivo antes del "nacimiento". Emergen y mueren inmediatamente.
Aunque en esta historia, lo más raro es la falta de sentido del nacimiento de los machos, ¿para qué nacen, si no van a hacer nada en la vida?
Si piensáis que la vida del Adactylidium macho es triste mirad ahora la del Acarophenax tribolii, este otro ácaro emparentado con el anterior copula con sus catorce hermanas en el interior del cuerpo de la madre pero no llega a ver el mundo exterior. Las únicas que emergen del cuerpo de la madre son las hembras, el macho muere en el interior del cuerpo de su mamá.
Vivir antes de nacer, parece un contrasentido pero ya véis que es posible.

En la foto un ejemplar del género Adactylidium, está hecha con microscopio electrónico de barrido a unos 300 aumentos más o menos.

3 comentarios:

Pep dijo...

... vivir antes de nacer ... mira!!! ... pues por lo menos tienen asegurado algo ... por que vida tras la muerte, como se comenta por ahí ... es algo que no tengo muy claro ...
Salud

la granota dijo...

Qué guapo! Me ha encantado! Las telenovelas venezolanas se quedan en nada comparadas con la vida de los ácaros del sillón desde el que las vemos.

Pep dijo...

...los ácaros también ven las telenovelas ... desde el sillón ... no? ... y nuestras vidas ... , ... nos estarán observando? ... y les importará algo de lo que ven ... supongo de que dependerá de lo interesante de las historias del sillón ... o la moqueta ... o las cortinas ... o ...