Hippophae rhamnoides es un arbusto de la familia Elaeagnaceae muy llamativo cuando presenta sus ramas cargadas de bayas amarillas o anaranjadas (y fácilmente confundible con especies como Pyracantha coccinea, como le ocurrió al menda redactando esta entrada :-)) .

Originaria de Asia Central, Europa y el Cáucaso, esta planta de gran vitalidad crece en lugares con mucha luz solar (heliófila, muere con sombra superior al 50 %) sobre terrenos arenosos, riscos, lechos secos de ríos y en los valles del interior de las montañas. También en dunas y orillas del mar donde a menudo constituye buenas espesuras. De hecho se ha usado y está usando para estabilizar dunas.
Posee importancia ecológica por su simbiosis radical con un hongo actinomicete del género Frankia que le permite incorporar nitrógeno atmosférico al suelo.
Hay varias subespecies dentro del espino amarillo , alguna de ellas rara o amenazada como la subsp Hippophae rhamnoides fluviatilis presente en Aragón.
Su cultivo es muy habitual en jardines y parques ya que es muy llamativo, apenas necesita podas y tolera muy bien el frío.

Se describe como un arbusto espinoso que alcanza de 1 a 3 metros de altura aunque a veces adquiere porte arbóreo, alcanzando entonces una altura de hasta 5 metros o más.

El tronco y las ramas son de color pardo claro y escamosas. Las hojas caducas son estrechas, lanceoladas y plateadas por el envés.
Las flores son pequeñas, de color verde con los sexos en pies separados aunque existen genotipos hermafroditas. Las flores masculinas sésiles forman pequeños amentos y las femeninas son solitarias, pediceladas. La polinización es anemófila. Florece y fructifica al tercer año, pero con máximos rendimientos al 8º-10º año.

El fruto es un aquenio de color anaranjado rodeado de un cáliz carnoso que le da aspecto de una drupa. Es comestible aunque de sabor un "poco" ácido (o agrio, mejor tomarlo en mermelada :-)). Tienen una alta concentración de vitamina C y en el Norte de Europa lo toman en zumo.
Esta planta se usó ampliamente como medicina popular en la antigua Grecia, el Imperio Romano, Mongolia, el Tíbet y Rusia. Los antiguos griegos precisamente nombraron al género Hippophae, (algo así como"caballo reluciente" creo) porque consideraban que los equinos que pastaban en prados con esta especie se volvían gordos y sanos.
Desde el siglo VIII, el clásico de la medicina tibetana, Cuatro Libros de la Farmacopea, describe más de 80 recetas medicinales basadas en espino amarillo. De acuerdo a una cita un lama tibetano consideraba a esta planta como una verdadera panacea, haciendo un uso intensivo de sus raíces, tallos, hojas, flores, frutos y semillas.
El aceite de esta planta es un poderoso antioxidante para el tratamiento de heridas, congelamiento y problemas patológicos de las mucosas (un paper en inglés por si alguien tiene más interés)
El aceite de la pulpa es rico en vitaminas antioxidantes A y E -que atrapan los radicales libres-, mientras que el obtenido de la semilla es rico en vitamina E y en ácidos grasos insaturados: 40% de ácido linoleico y 22% de ácido alfa-linoleico.
Se usa también en cosmetica, para reducir el efecto de envejecimiento y se consideran muy apropiados para todo tipo de piel.