Un bigote de gato
Por un segundo
Jack Kerouac
Seguimos con más cosas sobre los gatos :-)
Una de las cosas que más llama la atención de los gatos es la gracia con la que caminan. En parte esto sucede porque son animales son digitígrados: caminan "de puntillas" directamente sobre los dedos de sus patas. Pero bueno, esto también lo hacen los perros. Hay más cosas: por un lado todos los felinos colocan su pata trasera casi directamente sobre la huella de su pata delantera correspondiente (así minimizan el ruido y les proporciona la sensación de terreno firme para sus patas traseras) y por otro están las almohadillas de sus dedos.
Precisamente para prevenir el desgaste por contacto con el terreno al andar las garras de los gatos están cubiertas por la piel que rodea las almohadillas de los dedos. Sólo estirando o golpeando a la presa con las patas logran tensar los tendones que las operan, forzando así la extensión de las garras (por eso en realidad no debería considerarse como retráctiles ya que ese es su estado "normal").
Otra característica muy conocida de los gatos, mitad tópico, es que siempre caen de pie. Esto es verdad en parte. Existe el denominado reflejo de enderezamiento, mediante el cual un gato durante una caída puede girar y enderezar su cuerpo.
Las características de su esqueleto es una de las razones por las que pueden hacer esto.
Como ya se ha mencionado en el post anterior los gatos no tienen clavícula, y debido a que las articulaciones de las vértebras son muy flexibles, los gatos tienen un movimiento más libre de sus miembros delanteros con lo que pueden girar fácilmente sus cuerpos. Este reflejo empieza a aparecer a las 3-4 semanas de edad, y se perfecciona a las 7 semanas. Curiosamente algunas razas que carecen de cola no hacen bien esto, y es que la cola es necesaria para conservar el momento angular y preparar la caída.
De todas formas recordad que cada gato es un mundo, a veces se pueden lastimar igual y ya si la altura es muy alta aunque logren aterrizar de pie pueden sufrir graves daños, de hecho las caídas son una de las principales causas de mortalidad para los gatos-mascotas.
En cuanto a sus sentidos, como el resto de los felinos, los gatos poseen uno de los sistemas sensoriales más sofisticados de los mamíferos. Si bien los gatos domésticos, al vivir bajo protección humana, han desarrollado un cerebro algo menor a la vez que ha perdido algo del olfato, vista y oído que caracterizan a sus parientes salvajes.
Vista
Diferentes análisis indican que su visión es superior durante la noche a la de los humanos (umbral de detección de luz siete veces menor), e inferior a la de éstos durante el día. En presencia de luz abundante, el iris del ojo del gato se cierra considerablemente, reduciendo la cantidad de luz en la retina y mejorando la profundidad de campo.
Como la mayoría de los depredadores, sus ojos se ubican frontalmente, sacrificando algunos grados del campo visual para ganar percepción de profundidad (nosotros también, pero los gatos en promedio poseen un campo visual estimado de 200º, mientras que en los humanos es de 180º). Poseen visión estereoscópica igual que nosotros, utilizando dos imágenes del mismo objeto proyectadas en la retina desde diferentes ángulos, triangula la distancia hacia un objeto con un alto grado de precisión.
La capacidad de su campo visual depende pues del emplazamiento de los ojos pero también de las características físicas del ojo. En vez de una fóvea óptica, la cual le otorga agudeza visual a los humanos, poseen una banda central conocida como raya visual. Aparentemente, pueden diferenciar ciertos colores fríos (azul, celeste, tonos verdosos), especialmente a corta distancia, pero sin detalles apreciables aunque existe la certeza de que pueden ver en el infrarrojo cercano.
Poseen un tapetum lucidum (al igual que muchos otros vertebrados), una capa de tejidos en el ojo que refleja la luz visual de regreso a través de la retina, incrementando así la luz disponible de los fotoreceptores. Mientras el tapetum le otorga la capacidad de ver con poca luz, parece reducir su precisión visual.
Poseen también un tercer párpado, la membrana nictitante: una delgada lámina opaca que actúa como protección adicional. Esta membrana se cierra parcialmente si está enfermo; sin embargo, cuando está somnoliento también puede ser visible. Su posición es oblicua y parte desde el lacrimal, pero sin llegar a cerrar el globo ocular por completo. Los humanos tenemos un vestigio de este órgano en el pliegue semilunar.
Oido
Contrariamente a lo que se pueda pensar los humanos y los gatos poseen un rango de audición similar. Sin embargo, los gatos pueden oír sonidos a tonos mucho más altos (incluso más que los perros). Pueden escuchar 2 octavas más alto que los humanos y una octava y media más que los perros. Pueden rotar las orejas independientemente para precisar el origen del sonido efectuado por lo que cuando están escuchando algo, sus orejas rotan en esa dirección.
Olfato
El sentido del olfato en el gato doméstico es catorce veces más fino que el del humano, además de poseer el doble de células olfativas en sus narices que una persona promedio. También poseen un órgano sensitivo en el paladar llamado órgano de Jacobson u órgano vomeronasal. Utiliza un movimiento facial característico llamado reflejo de Flehmen (los animales retraen sus labios de una forma que hace que parecen estar haciendo una mueca) para enviar compuestos químicos a este órgano.
Tacto
Poseen cerca de una docena de cerdas sensitivas denominadas "vibrisas" en el labio superior y algunos en las mejillas, sobre los ojos y en el mentón. Alguna raza puede llegar a carecer completamente de ellas.
Estas cerdas transmiten impulsos eléctricos relacionados con impresiones táctiles a una región de la corteza cerebral denominada "región de barriles". En el cerebro, cada vibrisa tiene asignado un barril, un conjunto de neuronas corticales morfológicamente relacionadas con una columna cortical funcional.
Precisamente para prevenir el desgaste por contacto con el terreno al andar las garras de los gatos están cubiertas por la piel que rodea las almohadillas de los dedos. Sólo estirando o golpeando a la presa con las patas logran tensar los tendones que las operan, forzando así la extensión de las garras (por eso en realidad no debería considerarse como retráctiles ya que ese es su estado "normal").
Otra característica muy conocida de los gatos, mitad tópico, es que siempre caen de pie. Esto es verdad en parte. Existe el denominado reflejo de enderezamiento, mediante el cual un gato durante una caída puede girar y enderezar su cuerpo.
Las características de su esqueleto es una de las razones por las que pueden hacer esto.
Su esqueleto está formado por más de 230 huesos ( más que los humanos que tenemos 206), su pelvis y hombros están unidos a la espina dorsal con mucha más holgura que en la mayoría de los animales de 4 patas.
Como ya se ha mencionado en el post anterior los gatos no tienen clavícula, y debido a que las articulaciones de las vértebras son muy flexibles, los gatos tienen un movimiento más libre de sus miembros delanteros con lo que pueden girar fácilmente sus cuerpos. Este reflejo empieza a aparecer a las 3-4 semanas de edad, y se perfecciona a las 7 semanas. Curiosamente algunas razas que carecen de cola no hacen bien esto, y es que la cola es necesaria para conservar el momento angular y preparar la caída.
De todas formas recordad que cada gato es un mundo, a veces se pueden lastimar igual y ya si la altura es muy alta aunque logren aterrizar de pie pueden sufrir graves daños, de hecho las caídas son una de las principales causas de mortalidad para los gatos-mascotas.
En cuanto a sus sentidos, como el resto de los felinos, los gatos poseen uno de los sistemas sensoriales más sofisticados de los mamíferos. Si bien los gatos domésticos, al vivir bajo protección humana, han desarrollado un cerebro algo menor a la vez que ha perdido algo del olfato, vista y oído que caracterizan a sus parientes salvajes.
Vista
Diferentes análisis indican que su visión es superior durante la noche a la de los humanos (umbral de detección de luz siete veces menor), e inferior a la de éstos durante el día. En presencia de luz abundante, el iris del ojo del gato se cierra considerablemente, reduciendo la cantidad de luz en la retina y mejorando la profundidad de campo.
Como la mayoría de los depredadores, sus ojos se ubican frontalmente, sacrificando algunos grados del campo visual para ganar percepción de profundidad (nosotros también, pero los gatos en promedio poseen un campo visual estimado de 200º, mientras que en los humanos es de 180º). Poseen visión estereoscópica igual que nosotros, utilizando dos imágenes del mismo objeto proyectadas en la retina desde diferentes ángulos, triangula la distancia hacia un objeto con un alto grado de precisión.
La capacidad de su campo visual depende pues del emplazamiento de los ojos pero también de las características físicas del ojo. En vez de una fóvea óptica, la cual le otorga agudeza visual a los humanos, poseen una banda central conocida como raya visual. Aparentemente, pueden diferenciar ciertos colores fríos (azul, celeste, tonos verdosos), especialmente a corta distancia, pero sin detalles apreciables aunque existe la certeza de que pueden ver en el infrarrojo cercano.
Poseen un tapetum lucidum (al igual que muchos otros vertebrados), una capa de tejidos en el ojo que refleja la luz visual de regreso a través de la retina, incrementando así la luz disponible de los fotoreceptores. Mientras el tapetum le otorga la capacidad de ver con poca luz, parece reducir su precisión visual.
Poseen también un tercer párpado, la membrana nictitante: una delgada lámina opaca que actúa como protección adicional. Esta membrana se cierra parcialmente si está enfermo; sin embargo, cuando está somnoliento también puede ser visible. Su posición es oblicua y parte desde el lacrimal, pero sin llegar a cerrar el globo ocular por completo. Los humanos tenemos un vestigio de este órgano en el pliegue semilunar.
Oido
Contrariamente a lo que se pueda pensar los humanos y los gatos poseen un rango de audición similar. Sin embargo, los gatos pueden oír sonidos a tonos mucho más altos (incluso más que los perros). Pueden escuchar 2 octavas más alto que los humanos y una octava y media más que los perros. Pueden rotar las orejas independientemente para precisar el origen del sonido efectuado por lo que cuando están escuchando algo, sus orejas rotan en esa dirección.
Olfato
El sentido del olfato en el gato doméstico es catorce veces más fino que el del humano, además de poseer el doble de células olfativas en sus narices que una persona promedio. También poseen un órgano sensitivo en el paladar llamado órgano de Jacobson u órgano vomeronasal. Utiliza un movimiento facial característico llamado reflejo de Flehmen (los animales retraen sus labios de una forma que hace que parecen estar haciendo una mueca) para enviar compuestos químicos a este órgano.
Tacto
Poseen cerca de una docena de cerdas sensitivas denominadas "vibrisas" en el labio superior y algunos en las mejillas, sobre los ojos y en el mentón. Alguna raza puede llegar a carecer completamente de ellas.
Estas cerdas transmiten impulsos eléctricos relacionados con impresiones táctiles a una región de la corteza cerebral denominada "región de barriles". En el cerebro, cada vibrisa tiene asignado un barril, un conjunto de neuronas corticales morfológicamente relacionadas con una columna cortical funcional.
Cerebro de un gato. Las zonas relacionadas con el movimiento y los sentidos están especialmente desarrolladas
Las dos filas superiores de vibrisas en el labio del gato pueden moverse independientemente de las dos filas inferiores para una mayor precisión. Las vibrisas pueden detectar pequeñas variaciones en el viento, permitiéndole saber si se encuentra ante algún obstáculo, sin necesidad de visualizarlo. Por ejemplo, la longitud de las vibrisas, al superar el ancho y la altura del cuerpo del animal, le permiten saber si pueden atravesar una abertura con el tamaño de su cuerpo.
Se cree que confían más en la información de sus cerdas sensitivas que en la visual si la luz es tenue, ya que las pupilas completamente dilatadas reducen su capacidad de enfocar objetos cercanos. También utilizan las vibrisas para determinar si la presa que han mordido está ya muerta. Se observa que, al aplicar el mordisco a la víctima y posteriormente mantenerla apretada entre las mandíbulas, las vibrisas rodean el cuerpo de la presa para detectar la mínima vibración que denote que aún está con vida. Este fenómeno protege al propio felino, porque muchas de sus víctimas, como las ratas, aún pueden morderlo y lesionarlo si el depredador se las lleva a la boca estando aún con vida.
Por la posición de las vibrisas podemos saber la actitud del gato: apuntan hacia adelante si su actitud es amigable y curiosa; y se posicionan hacia atrás -sobre su cara- si su actitud es agresiva o defensiva.
Gusto
No creo que podamos saber a que le sabe un ratón a un gato pero si sabemos que los gatos no pueden percibir el sabor dulce de los alimentos debido a la falta de un gen receptor. Algunos científicos creen que esta característica está relacionada con su dieta, la cual es alta en proteínas; sin embargo, todavía no se sabe muy bien la causa.
Para el próximo día dejamos lo de la comunicación y os cuento más cosillas.
3 comentarios:
Y el sexto sentido de los gatos...
Y las siete vidas...
Esto te puede dar para una tesis :)
muy bueno furacán,
"De todas formas recordad que cada gato es un mundo, a veces se pueden lastimar igual y ya si la altura es muy alta aunque logren aterrizar de pie pueden sufrir graves daños, de hecho las caídas son una de las principales causas de mortalidad para los gatos-mascotas" (parece una recomendación para americanos, estilo la velocidad de crucero no es un piloto automático, no planche el neopreno, etc etc)
espero el siguiente
Gracias por la información.... Saludos
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