Después de un breve impasse a causa de mi oposición aquí vuelvo con nuevas miradas. Espero que os gusten. Hoy os voy hablar de Ícaro.
En la mitología griega Ícaro era el hijo de Dédalo, el famoso aruitecto que había diseñado el laberinto de Creta. Cuando su padre fabricó una máquina para volar y evadir la prisión en que le había puesto Minos, le hizo sus alas de armazón de madera y cera. Y le recomendó que no volara tan alto que el sol le derritiera la cera y viniera abajo, ni tan bajo, que humedeciera el mar sus alas. No hizo caso el joven y se encumbró, con lo cual sus alas se deshicieron y cayó en el mar, llamado más tarde Icario por razón de su historia.
Y ahora os estaréis preguntando que tiene que ver eso con un blog de naturaleza.
Pues resulta que Ícaro también ha dado nombre a una mariposa muy chula. Es muy pequeña, unos 25 mm y prácticamente pasa desapercibida en vuelo. Hay que observarla detenidamente posada o en alguna foto para poder admirar toda su belleza.
Su nombre científico es Polyommatus icarus (o eso creo, hay varias especies parecidas y no son fáciles de distinguir)
Y este que veis es un macho pues las alas en las hembras son pardas con manchas rojizas. Por ese color azul iridiscente tan bonito de los machos en inglés se les denomina Common Blue.
Las alas presentan unos márgenes ribeteados de blanco con un borde interno negro. El reverso es gris con manchas negras (machos) o gris pardo con puntos oscuros de borde blanco (hembras)
Está ampliamente distribuida por toda Europa, desde los llanos hasta altitudes de 2000 m.
Se las ve volar de mayo a junio, de julio a septiembre (2ª generación) y más raramente en Octubre (3ª generación) Los machos son territoriales y defienden su posición frente a sus rivales.
Las hembras ponen los huevos de forma individual sobre diversas plantas. Les gustan los tréboles, la alfalfa y otras gramíneas.
Hiberna en estado de oruga. Éstas son atractivas para las hormigas pero no tanto como las de otras especies emparentadas que segregan una sustancia que es auténticamente irresistible. Gracias a esto consiguen pasar los inviernos en los hormigueros calentitas y seguras alimentándose además de las larvas y crisálidas. ¿Simbiosis o parasitismo? pues no está muy claro ¿no?, un poco de todo.
En la mitología griega Ícaro era el hijo de Dédalo, el famoso aruitecto que había diseñado el laberinto de Creta. Cuando su padre fabricó una máquina para volar y evadir la prisión en que le había puesto Minos, le hizo sus alas de armazón de madera y cera. Y le recomendó que no volara tan alto que el sol le derritiera la cera y viniera abajo, ni tan bajo, que humedeciera el mar sus alas. No hizo caso el joven y se encumbró, con lo cual sus alas se deshicieron y cayó en el mar, llamado más tarde Icario por razón de su historia.
Y ahora os estaréis preguntando que tiene que ver eso con un blog de naturaleza.
Pues resulta que Ícaro también ha dado nombre a una mariposa muy chula. Es muy pequeña, unos 25 mm y prácticamente pasa desapercibida en vuelo. Hay que observarla detenidamente posada o en alguna foto para poder admirar toda su belleza.
Su nombre científico es Polyommatus icarus (o eso creo, hay varias especies parecidas y no son fáciles de distinguir)
Y este que veis es un macho pues las alas en las hembras son pardas con manchas rojizas. Por ese color azul iridiscente tan bonito de los machos en inglés se les denomina Common Blue.
Las alas presentan unos márgenes ribeteados de blanco con un borde interno negro. El reverso es gris con manchas negras (machos) o gris pardo con puntos oscuros de borde blanco (hembras)
Está ampliamente distribuida por toda Europa, desde los llanos hasta altitudes de 2000 m.
Se las ve volar de mayo a junio, de julio a septiembre (2ª generación) y más raramente en Octubre (3ª generación) Los machos son territoriales y defienden su posición frente a sus rivales.
Las hembras ponen los huevos de forma individual sobre diversas plantas. Les gustan los tréboles, la alfalfa y otras gramíneas.
Hiberna en estado de oruga. Éstas son atractivas para las hormigas pero no tanto como las de otras especies emparentadas que segregan una sustancia que es auténticamente irresistible. Gracias a esto consiguen pasar los inviernos en los hormigueros calentitas y seguras alimentándose además de las larvas y crisálidas. ¿Simbiosis o parasitismo? pues no está muy claro ¿no?, un poco de todo.